Cifras que dibujan el escenario actual de devoluciones.

Una lectura del estatus de las devoluciones a través de una serie de datos que hay que tener en cuenta para mantenerse actualizado sobre esta creciente tendencia.

Descubre, en cifras, la relevancia de las devoluciones.

Como otros tantos segmentos, el de las devoluciones juega en multitud de escenarios, del mismo modo que se ve influido por una larga lista de factores. Una de las mejores formas de hacer una lectura de su estatus es a través de los datos, por lo que hoy, en iF Lastmile, te dejamos una serie de datos que tienes que tener en cuenta si quieres saber un poco más sobre el panorama de las devoluciones.

  1. Incremento de las compras online. Hablar de devoluciones nos obliga, necesariamente, a hablar de ecommerce. En un contexto de progreso natural del mundo online, en 2020 la pandemia supuso un boom para el crecimiento del ecommerce. Y estos dos últimos años han seguido su estela. Tanto es así que, en 2022, según datos del último estudio de IAB Spain sobre ecommerce, la penetración de la compra online sigue creciendo y alcanza el 78 % de los internautas españoles de 16 a 70 años.

  2. Incremento, por ende, de las devoluciones. El desarrollo del ecommerce lleva aparejado un aumento de la tasa de devoluciones, una tendencia que ha sido cada vez más evidente a partir de la pandemia. Así, en Estados Unidos, país del que importamos corrientes y tendencias, la tasa de devoluciones aumentó del 18,1 % al 20,8 % de 2020 a 2021, una cifra que se prevé todavía mayor para 2022. En España, los datos son parejos. Según un estudio de Cetelem sobre ecommerce, al menos el 36 % de los consumidores devolvió algún artículo el año pasado. De este conjunto de compradores, además, al menos un 54 % devolvió una prenda de ropa, lo que da cuenta de la incidencia que tienen las devoluciones en el sector de la moda.

  3. Impacto medioambiental de las devoluciones. Las devoluciones tienen un impacto medioambiental en absoluto desdeñable: tan sólo en Estados Unidos, los productos que se devuelven producen 15 millones de toneladas de CO2. Es un dato comprensible si tenemos en cuenta que los productos que se devuelven realizan un circuito doble, el de ida y el de vuelta. Además, cada europeo produce al año 15 kilos de desechos textiles. Este dato, extraído de un estudio de McKinsey, encaja en la visión global de los residuos: la Unión Europea genera 2.500 millones de toneladas de residuos cada año. El estudio también revela que al menos un quinto de lo que se desecha podría reciclarse para elaborar nuevas prendas, por lo que se podría evitar mucha generación de residuos.

  4. Impacto de las devoluciones sobre la rentabilidad. Cualquier ecommerce tiene las temporadas de rebajas como fechas señaladas en el calendario, incluidos eventos como el Black Friday o el Cyber Monday, más si cabe si tenemos en cuenta a cómo afectan a las devoluciones. Según datos de Webloyalty, en este tipo de fechas la tasa de devoluciones de productos puede ascender incluso al 50 %. De todos modos, el impacto de las devoluciones es ya visible incluso en las grandes marcas. Recientemente, Zara anunció este año que empezaría a cobrar por las devoluciones online a 1.95 euros por producto en algunos de sus mercados, algo que podría ser el punto de partida para otras muchas compañías que sigan sus pasos.

  5. Soluciones digitales vs. soluciones tradicionales. Las devoluciones programadas pueden ahorrar hasta un 51 % de costes, dato que se desprende de un informe de la consultora PwC, que concluye que el sector de la última milla podría obtener este porcentaje de ahorro en los costes asociados a la distribución si se implementan sistemas de automatización en los procesos de envíos y análisis de demanda. En contraste, la logística inversa “tradicional” puede llegar a alargar los plazos de devoluciones entre 11 y 15 días, retrasando por completo el proceso. Mientras que las operativas de envío sí que son más ágiles, los plazos de devoluciones son realmente lentos. En este problema intervienen factores como rutas de reparto poco eficientes o la falta de digitalización de los procesos y, por tanto, de trazabilidad. 

  6. ¿Y la perspectiva del consumidor? 9 de cada 10 no comprarían de nuevo a una marca tras una devolución fallida. Sin duda, este es uno de los datos más importantes que considerar. La satisfacción con las devoluciones ya participa del proceso de compra y fulfillment, por lo que los retailers cada vez tienen que invertir más esfuerzos en optimizar su gestión de las devoluciones, un reto que mira directamente hacia las soluciones logísticas de última milla. 

Ante este escenario solo existe una respuesta: soluciones con un alto componente de especialización en el segmento de las devoluciones; con soluciones tecnológicas personalizadas, redes de puntos de recogida, estrategias basadas en la sostenibilidad y la eficiencia para conseguir el mayor ahorro de costes. Y esta solución se llama iF Lastmile, para que los ecommerce se olviden del problema que suponen las devoluciones desde 1,5 euros. ¿Hablamos?